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PATXI, LO VEO TXUNGO

Pobre Patxi, zapatero Después de varios días sin escribir, preso de los innumerables quehaceres que se derivan de la próxima Asamblea Regional de IU de Madrid, y de la atención propia que requiere el ámbito parlamentario, me vence la necesidad de hacer algunas reflexiones personales e intranferibles, sobre el resultado de las Elecciones Vascas. Parece obligado en cada ocasión que alguien que tenga el atrevimiento de hacer alguna consideración sobre la situación en Euskadi, deba comenzar con la necesaria “declaración de principios”, que pueda evitar, en parte al menos, el histerismo que en demasiadas ocasiones brota con excesiva naturalidad, por parte de quienes poseen la rara habilidad de garantizar la certeza absoluta, de estar en posesión de la fórmula exclusiva para resolver el conflicto vasco. Pues ya lo siento ya, no me veo en la necesidad, de que para manifestar una opinión no acorde con el “pensamiento único”, que en este asunto quieren imponer el PSOE y el PP, tenga que repetir, lo que se puede comprobar a través de estas páginas.

En primer lugar, quiero felicitar a los dos grandes partidos, y al PNV, por la inexistencia de los problemas derivados de la crisis en Euskadi. Al menos eso es lo que puede deducirse del debate identitario y territorial en exlusiva, al que han sometido a los ciudadanos y ciudadanas en la campaña electoral y en el resto de legislatura.

Zapatero, pesar Lamento profundamente el resultado electoral de EB en el País Vasco, independientemente de que no haya compartido ni comparta su presencia en el Gobierno Vasco, y mucho menos los acuerdos que se han podido mantener en algunos Ayuntamientos, que han permitido Gobiernos municipales del entorno de Batasuna. Desde mi punto de vista, ambas cosas han podido definir un perfil de EB, como fuerza pólítica de entorno del nacionalismo, oscureciendo a su vez, una política de vivienda social pública de las mas avanzadas de la Comunidad Europea.

Una vez dicho esto, la situación que se genera con la correlación de fuerzas derivada de las Elecciones, no es para estar tranquilos. El debate sobre el futuro Gobierno Vasco, está situado en exclusiva en los intereses partidistas internos del PSOE y el PP, y en el habitual oportunismo de Rosa Díez. Por cierto, Consejera en su momento del Gobierno presidido por el PNV, cuando entonces su partido, el PSOE, acordó con el PNV, que el lendakari fuese nacionalista, a pesar de haber tenido en aquellas elecciones, mas votos el PSE.

La pregunta que cualquiera puede hacerse, es si un Gobierno presidido por el impetuoso-ambicioso Patxi López en minoría, y presionado desde la oposición por el PP y por UPyD, va a generar mas conflicto y va a contribuir a incrementar el frentismo, que tanto PSOE-PP alimentan como PNV, sencillamente por intereses de estrategias internas de los tres partidos mayoritarios en el Pais Vasco. Lógicamente me ahorro hacer valoración alguna sobre las posibilidades de acuerdo que pueden tener, con respecto a las medidas a tomar para afrontar el azote del desempleo, mas que nada por el desconocimiento de las mismas, si es que en algún momento se les ha podido ocurrir hablar o pensar en las condiciones de vida de las trabajadoras y trabajadores vascos.

Por cierto, imagino que durante un tiempo, tanto PSOE como especialmente el PP, no volverán a teorizar sobre que los Gobiernos deben asumirlos las listas mas votadas. En IU siempre hemos defendido que sean los acuerdos programáticos los que los conformen. Por lo tanto es perfectamente legítimo que la suma de dos o mas fuerzas que compartan un programa de actuación, puedan gobernar, al margen de que la fuerza mas votada sea otra. Mas que nada por un mero principio democrático, que dice que la suma de los votantes de esas formaciones, son mas de los que puede tener la fuerza mas votada en cuestión.

Espero por lo tanto conocer, el programa que permitirá gobernar al bueno de Patxi, con los apoyos del PP. Bien es verdad, que tampoco es mala la situación que se generará en el Congreso de los Diputados. Digo esto, porque los acuerdos de Zapatero con el PNV parece que se pueden ver limitados, lo que parece que tendrá como consecuencia, buscar apoyos en CiU, cuestión que por otra parte, imagino que le “encantará” al Gobierno catalán, presidido por el socialista Montilla.

Bueno, todo sea porque la vida interna de los dos grandes partidos, sea un poco mas confortable, aunque sea a “tiempo parcial”.