YO TAMBIÉN DESEO UN FELIZ 2011. (A UNOS MÁS QUE A OTROS)
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No quisiera que nadie pudiera interpretar que mis deseos de felicidad, escasamente equidistantes entre afectados y autores de la crisis, significaran que deseo mal a nadie. En absoluto. Por aclararlo y que se me entienda, parece que los miembros del consejo de administración de las empresas del IBEX 35 necesitarán menos suerte y prosperidad que las 60.000 familias madrileñas que no tienen ningún ingreso. Cualquiera puede entender por lo tanto, que tengo que volcar la mayor parte de mis mejores voluntades hacia aquellas y aquellos que lejos de obtener unos beneficios al final de año de cerca de 50.000 millones de euros, casi un 17% mas que el año anterior, no les ha llegado por ejemplo, para pagar su vivienda, habiendo terminado 100.000 de ellas y ellos desahuciados, y manteniendo su deuda hipotecaria con los bancos que han conseguido esos pingües beneficios. Asi que para esa minoría privilegiada que generó la crisis, no me queda para mucho más que para desearles que no se resfríen el riñón, si no han podido cubrírselo tanto como hace escasos años.
Pero es que además el espacio de llamada al arrime del hombro unitario en la misma dirección, de los sacrificios para todos, y del buenismo urbi et orbe, está perfectamente ocupado por el Jefe del Estado, los Presidentes Autonómicos, y el propio Vaticano. Bien es verdad que de los tradicionales discursos navideños, salvo el del abuelo de Leonor y el de Esperanza Aguirre, de los demás he escuchado los fragmentos que las distintas televisiones han emitido, si bien no puede deducirse diferencia alguna en ninguno de ellos, ya fuesen de un color u otro.
Ahora bien, si alguien es capaz de darle una vuelta más a los denominadores comunes de todos los discursos navideños, esa solamente puede ser la Presidenta de la Comunidad de Madrid. Por no discriminar entre los receptores de sus mejores deseos, no discriminó ni a los de la trama Gürtel.
Todo apunta a que una vez abierto el melón de alinearse con la salida neoliberal a la crisis, por parte del Jefe del Estado, a Esperanza Aguirre no le quedó por menos que hacer gala de su fundamentalismo. A ella no tiene que convencerle nadie sobre la aplicación de las medidas dictadas por los mercados. Lo lleva haciendo desde que es Presidenta, por mucho que haya podido comprobar como esas políticas han llevado a la ruina a Irlanda.
De Madrid como siempre, nada de nada, salvo erigirse en portavoz, según sus propias palabras, “de jóvenes y mayores, madrileños de nacimiento y de adopción, de derechas y de izquierdas, empresarios y trabajadores, creyentes y no creyentes, para desear salud, prosperidad, paz y un poco de buena suerte para el año que entra”. Lo del “poco” de buena suerte no se si será porque a partir de este año, con la privatización de las loterias, va a ser mas fácil que toque.
En lo demás, lo habitual. Inhibición de sus responsabilidades y descripción de ”lugares comunes”. Decir que el año 2010 ha sido duro sin más, es como decir que esto de la crisis ha sido una especie de maldición divina. Ella sabe que no. Que la dureza del año pasado y de anteriores esté teniendo tan graves consecuencias, tiene mucho que ver con las políticas que defiende y aplica Aguirre, muy en consonancia con las del Gobierno de Zapatero.
Pues servidor, además de desear lo mejor a todo el mundo, eso si, de forma inversamente proporcional a como van las cosas hasta ahora, quisiera animar a no resignarse ni asumir que las cosas solo pueden ser como “sugieren” los discursos navideños transmitidos por la televisión pública y las autonómicas. La única batalla que se pierde seguro, es la que no se da. Y los que aplican las medidas dictadas por el F.M.I. o el Banco Central la están dando con toda brutalidad.
También nos dijo la Presidenta, que “hay que mirar al futuro con esperanza”. A mi me parece sin embargo, que con Esperanza no hay futuro.
1 Comentarios
enero 2nd, 2011 at 20:07
Estimados,
¿Y qué hacemos?
Culpables o inocentes.
No tienen pan. Nadie sonríe.
Sus cuerpos repletos de aire
Dónde existe el hambre de trigo,
Amor. Carne. Sangre.
Muerte anunciada. Bandera negra.
Desierto y selva desatentos.
Pero ¿qué hacemos?
Soluciones de combate templado
Dónde amanecerían filas en el asfalto
Hasta el anochecer.
Pero aquellos saben del testamento.
Del firmamento. La caída. La gloria.
Una salida. Una victoria.
La esperanza. La fe.
Compromiso. Letra con las manos.
El cántaro.
Quizás un nuevo pintor dibuje otro cuadro
Y un nuevo pincel tomará la cosecha de la Tierra
En sus brazos.
Sinceramente; ¿Qué sistema funciona? ¿ o a cual se le permite funcionar? Todos han caído y están cayendo. Pienso que hay que hacer una política de izquierdas pero añadir algo diferente y no me refiero a Buda como se ha puesto muy de moda porque es la justificación de los ricos y de los ricos para con los pobres.
Yo ahora mismo creo bastante poco en la política a decir verdad , más bien porque no me gusta,pero los valores de paz, libertad, democracia, justicia , un mundo igualitario, solidaridad, reformas sociales, ausencia de hambre, y sobre todo cuidar el habitat que tenemos debe de estar a la orden del día. Para ello hace falta más unificación y menos lucha de poderes.
abrazos