mar

SIN CONDESCENDENCIA. SOLO UN POCO DE RESPETO

No es la primera vez que manifiesto lo poquito que me gusta el victimismo. El continuo impulso mediático al bipartidismo, es algo que denuncio, denosto, o critico, por lo injusto y escasamente democrático, pero sin quejas ni lamentos. Intentando convencer que ese modelo aleja de la política a las personas, empobrece la democracia, y ofrece escasas diferencias sobre modelos y propuestas, entre las que se supone que deberían optar los ciudadanos y ciudadanas. Todo queda en una suerte de limbo centrista, donde la pugna entre los dos grandes partidos, se reduce precisamente al cada vez mas amplio punto de intersección que comparten. No lo acepto, lo combato democráticamente, pero lo comprendo. No pretendo descubrir la pólvora, si aseguro que las líneas editoriales de los grandes medios de comunicación, están para eso, para hacer su trabajo apuntalando el sistema político que más les interesa en términos corporativos, frente al interés general si lo consideran necesario.

Zapatero, pesar Lo que ya no puedo negar que me causa un puntito de irritación, son los desfiles de las apesadumbradas almas, que lamentan profundamente el pésimo resultado electoral de IU, como si de un mal inevitable hubiésemos sido víctimas. Con lo buena gente que somos, y lo dipuestos que estamos siempre para defender las mas nobles causas. No digo yo que no sea real esas manifestaciones de contrariedad. Digo que para muchas de esas personas, lo mismo si nos hubiesen votado, su dolor se hubiese reconfortado. Ahora bien, tener que recibir el cortés y elegante pesar del Presidente del Gobierno, Jose Luis Rodriguez Zapatero, tiene unas ciertas dosis de cinismo.

Ni se me ocurre dudar del infinito talante y sensibilidad del Presidente del Gobierno. Lo que ocurre es que parece vencerle en ocasiones un cierto criterio sectario y partidista, que llega incluso a pasar por encima de esos firmes principios democráticos, que con tanto empeño intenta transmitir, no para dar una muestra de generosidad o magnanimidad, si no para tomar medidas o no tomarlas, que signifiquen un debilitamiento de sus grandes amigos de IU, que tanto desconsuelo le administran debido a sus malos resultados.

No es que queramos que el compañero Zapatero se sienta obligado a hacernos favor alguno. Con que pasara de las musas a los hechos, cambiando la Ley Electoral que tanto critica en los momentos que la ocasión lo merece, y no arrebatara a IU el puesto en el Senado que le corresponde, solo para resolver las pugnas internas de su partido en Madrid, ya nos iríamos conformando.

Tras el proceso de reconstrucción e impulso que ya estamos abordando, estoy seguro que vamos a seguir siendo la organización más transparente del mapa político de España. No me cabe la menor duda, que seguirá habiendo medios que cuando no encuentren una disputa interna que vender, rememorarán alguna anterior. Ya me consta que lamentando los resultados como si fueran suyos, leeremos mas de una página periodística situando la terrible confrontación de culturas políticas existentes en IU, sobre la base de un comentario de un dirigente desconocido próximo a …, o de otro cercano, aunque igualmente desconocido, del entorno de… .Y todo esto sin perjuicio por supuesto, del izquierdista columnista, o reconocido personaje del mundo de la cultura, no menos de izquierdas, que nos aconsejen gratuitamente de quienes deben ser los mejores candidatos y candidatas en las listas de IU, independientemente que en virtud de su legítimo derecho a opinar y a optar por lo que consideren mas oportuno, terminen formando parte significativa de la enésima plataforma de apoyo al Presidente Zapatero.

Sinceramente, agradecemos las muestras de preocupación y de interés desinteresado por nuestra recuperación. Tranquilidad, en ello estamos, y estoy convencido de que lo vamos a conseguir sin exclusiones ni sectarismos. Creemos en la necesidad de nuestra existencia, para mejorar las condiciones de vida, de amplias capas de la población, especialmente las más desfavorecidas. Estamos convencidos de que existe ese amplio espacio político, y de que vamos a ser capaces de ocuparlo. Si encima somos capaces de aliviar la desazón, de los que con infinita preocupación no han considerado oportuno votarnos, pero están en predisposición de retomarlo, todo habrá sido un problema transitorio que se ha podido resolver.