ABIERTOS EN CANAL… DE ISABEL II

Comentaba a un compañero del Grupo Parlamentario, que encontraba en nuestra querida Presidenta de la Comunidad, ciertos rasgos de similitud con el inefable y dicharachero entrenador Javier Clemente. Me explico. Reconozco que menos cuando entrenó al Atleti, Javier Clemente siempre me ha parecido divertido. Defensa propia se llama. No ha habido equipo donde no haya montado un lio con sus administrados, salidas de pata de banco en las ruedas de prensa, exabruptos, unos mas simpáticos que otros, argumentario justificativo cercano al trilerismo, enamoramiento pasional de si mismo salpicado con una necesidad vital de ser siempre y en cualquier caso el centro del universo, y medidas que con ser extravagantes, no es necesario que sean eficaces (solo él ha puesto a un portero de delantero). Pues eso, que me parece muy gracioso, siempre y cuando no entrene a mi equipo.

Aquí en nuestra Comunidad, seguramente presos de un cierto síndrome de Estocolmo, en una situación económica muy favorable, y demasiada gente que debía pensar que esos precios de mercado, que por ejemplo alacanzaban las viviendas donde moraban, les convertían en opulentos propietarios, ha hecho pasar inadvertido, por no decir gracioso, los continuos despropósitos de su Gobierno, de los que sus consecuencias empiezan a no ser ya tan divertidas para la mayoría de los habitantes de la Comunidad de Madrid.

En una especie de akelarre de pollos sin cabeza, el PP de Madrid, con Esperanza Aguirre como ideóloga de las continuas tropelías desatadas por su Gobierno, está siendo capaz de hacer pasar simultáneamente como enérgicas y dinámicas medidas contra la crisis, el cese de los Consejeros menos afectos a su persona , o elegir por ejemplo, como campo de batalla a Cajamadrid, para su confrontación interna con Rajoy y con Gallardón.

Imagino que a los habitantes de Minnesota, podría parecerles divertido que la Presidenta de la Comunidad de Madrid, nos anuncie un plan de austeridad contra la crisis, en el que como propuesta estrella, anuncie la privatización del Canal de Isabel II, y una semana mas tarde inaugure los Teatros del Canal, con un coste para que la inauguración quede vistosa, de un millón y medio de euros. Claro, para los trabajadores y trabajadoras del Canal, que se manifestaban en la puerta del lujoso evento, protestando contra la privatización, me temo que la “gracia” de la Presidenta, no la encontraban por ningún sitio.

Menos mal que la Presidenta, con esa austeridad franciscana que le caracteriza, ajustó los costes de la imprescindible inauguración, y apretando las tabas a la productora a la que adjudicó tan magno evento, consiguió que sólo obtuviese ridículos beneficios de hasta el 98% en algunas partidas de la factura. Ahí Presidenta, mano de hierro contra la crisis. Como sería la cosa, que mi amigo Germán Temprano, experto catador de canapés en saraos diversos, como muy bien refleja en el perfil de su blog, se negó rotudamente a asistir a tan miserable inauguración, al enterarse de que el catering solo costaba 140 euros por persona. ¿De que eran los canapés, de sandía con mortadela?

En fin, mira que lamento haberme perdido el conciertazo de Nacho Cano. Por cierto, lo mismo queda vacante la plaza de Gobernadora de Alaska. Estoy seguro que Esperanza Aguirre, si ocupase la plaza de su musa, a mi me parecería mas graciosa, osea como Clemente.

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