Ayer mantuvíamos una reunión con COPYME, la Asociación de comerciantes del Metro de Madrid, UGT, y CC.OO del Comercio, para analizar la nueva vuelta de tuerca que el Gobierno Regional quiere dar para hacer desaparecer el pequeño y mediano comercio en la Comunidad.
Con la nueva ampliación de horarios que pretende impulsar Esperanza Aguirre, las consecuencias no pueden ser más negativas para miles de empleos y pequeños comerciantes. Bajo el “mantra” de la liberalización, lo que pretende hacer el PP es que el cada vez más exiguo consumo lo acaparen unos pocos grandes empresarios amigos de la Presidenta, a costa de ahogar más si cabe al comercio de proximidad.
¿Alguien puede pensar que el descenso de las ventas de vehículos viene motivada porque los concesionarios de automóviles no abren los domingos?. Es evidente que es una vulgar excusa para así justificar y legalizar las nuevas órdenes que ha dado el Presidente de CEIM, Arturo Fernández, para permitir que las grandes superficies abran todo el año.
De poco sirve que la constatación de que el consumo es el mismo repartido en más horas. Es más, abrir más horas son los mismos ingresos pero con mayores gastos al estar más tiempo abierto el comercio. Eso si, la consecuencia no puede ser otra que menores ingresos, y por lo tanto encarecimiento de los productos y/o cierre.
Es sencillamente utilizar las medidas inversas a las que toman países como Francia y Alemania, donde la repercusión de la caída del consumo es muchísimo menor, en virtud de una regulación de horarios inversa a la que pretende Esperanza Aguirre.
Pero es que las supuestos beneficios, que dice la Presidenta va a tener sobre el empleo, está más que demostrado su efecto contrario. Las desregulaciones de horarios implantadas ya por el PP, ha hecho que caiga el empleo en el sector en un 3%. El problema que no quiere ver Aguirre es que no hay demanda ni en los ciudadanos y ciudadanas ni en las empresas, para impulsar esta nueva ampliación de horarios.
Bien es verdad que esas políticas orientadas para beneficio de las multinacionales de las grandes superficies dejan más víctimas colaterales. El impulso que desde hace años se ha hecho para crear esos gigantes comerciales, además de haber propiciado innumerables cierres de pequeños comercios, han generado ciudades donde se hace imposible comprar si no es con vehículo particular, imposibilitando a las personas mayores y con movilidad limitada, incluso la compra de los productos básicos.
Solo nos queda la curiosidad de saber cuales son las siempre originales respuestas de la Presidenta, cuando la semana que viene le pregunte por este asunto en el Pleno de la Asamblea de Madrid.
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