Digo yo que alguna vez, aunque fuera por error, equivocándose podían acertar en favor de quienes padecen los efectos de la crisis casi en exclusiva. Pero no encuentro ni una medida ni propuesta alguna en los dos grandes partidos, que no pasen por los mismos sitios. Para unas ocasiones,cargas policiales y declaración del estado de sitio en la Puerta del Sol al movimiento 15-M. Para otras, y encantados con la tan demandada actuación de la Delegada del Gobierno, Aguirre y Gallardón, suben el transporte público un 50%, mientras que a su vez subvencionan el dinámico peregrinaje, en ese mismo transporte público, a miles de personas empeñadas en llevarnos a los demás por su “buen camino”, con cortes de calles, puntos de información, manifestaciones, y todo aquello que en otras ocasiones puede dar motivo a que los cuerpos de seguridad actúen con la fuerza indispensable, por supuesto, para garantizar ese preciado orden público que tantas veces ha reivindicado en Sol Esperanza Aguirre. Esta vez no será la policía quienes sitien la Puerta del Sol, sino que los entusiastas seguidores de la única verdad sitiarán Madrid, arrebatados también con la beatífica sonrisa del Alcalde y la Presidenta, que han hecho de la Comunidad y de la ciudad de Madrid una gigantesca basílica para todo tipo de mítines preelectorales.
No es de extrañar que muchos católicos se cuestionen los “fastos” madrileños del máximo dirigente del partido único vaticano, cuando con los 20 millones de euros con los que Aguirre subvenciona el transporte de tan magna peregrinación, también se podría subvencionar a las familias que no perciben ingreso alguno ninguno de sus miembros. Sugiero a esos desempleados y desempleadas que tienen que utilizar el transporte público para buscar trabajo, los más afectados por otra parte por la subida del 50% de nuestra generosa Presidenta, que pidan el abono papal para estos días. Eso si, también es aconsejable cuidar la presencia externa con los tiempos que corren,no vaya a ser que sea por eso por lo que la Delegada del Gobierno pretende “esconder la Marcha Laica del próximo 17 de Agosto. Lo digo por el interés que ha tomado la Delegada del Gobierno los últimos días, en “pasar revista” al personal para acceder a algunos lugares públicos.
Y mientras Ratzinger viene a reconfortarnos espiritualmente para salir de la crisis, Rubalcaba y el Gobierno lo siguen viendo claro e insisten en castigar a la mayoría social trabajadora, aumentando la discrecionalidad empresarial, como manifiesta CC.OO., con la propuesta del Gobierno de regular el contrato a tiempo parcial, en detrimento de los trabajadores y trabajadoras, especialmente los jóvenes y las mujeres, colectivos que muy mayoritariamente disponen de esta modalidad de contrato.
Eso si, para compensar algunos pretendidos guiños izquierdistas de Rubalcaba, no vaya a ser que puediera generar inquietud mercantil, el candidato propone un acuerdo entre empresarios y sindicatos para moderar salarios y beneficios. Que sutileza y buenrollismo el de Rubalcaba, sino fuera porque en los últimos diez años los salarios han perdido un 10% de poder adquisitivo, mientras que las rentas del capital han crecido en esa proporción. Disminuir salarios ya sabemos que incluso se puede hacer por decreto, y si no que se lo pregunten a los empleados públicos. Que los empresarios limiten sus beneficios para generar empleo o inversión productiva, todo el mundo sabe que es un atentado contra la libertad, que diría Esperanza Aguirre, y hasta ahí podíamos llegar.
Cuando Rubalcaba proponga gravar los beneficios para reinversión productiva o generación de empleo, o a gravar las transacciones financieras, lo mismo hasta podría adivinar en el candidato, sino un guiño a la izquierda, si un tic nervioso en el ojo. Lo dicho, no se lo que rogarán los dos grandes partidos, pero utilizar el mazo, vaya que si lo utilizan.
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