LA GEOMETRIA INVARIABLE

     Con esa obsesión tan de moda desde hace tiempo, de hacer del eufemismo una constante en los discursos cuando se quiere ocultar o suavizar lo que siempre tuvo un nombre, el Presidente Zapatero ha elevado el listón de una costumbre muy arraigada en significados compañeros y compañeras suyos, a lo que no son ajenos los dirigentes del PP menos histriónicos, que dejan en mantillas a aquellos entrañables supervivientes del Rastro, que vendían bolígrafos de 12 colores, ni por veinte, ni por quince, ni por diez, …sino por cinco miserables duros, con lo que el retoño destinatario de aquel increible avance tecnológico, quedaba ojiplático hasta que intentaba hacer el tercer cambio de color, y pasar al suyo propio.

Flexibilizar la contratación,  ajustes laborales,  reconversión industrial, falta persistente de liquidez, son algunos de esos “lubricantes”, con los que uno es mas moderno aunque el resultado sea siempre similar: Arrimar todos el hombro para que los de siempre como mínimo puedan garantizar sus beneficios, y los de siempre también, terminen en las oficinas de desempleo. Pero eso si, todas y todos con la satisfacción del deber cumplido por el país. Pues bien, como decía antes, el Presidente Zapatero ha hecho una gran aportación en este campo con el invento de la “geometría variable”.

Término que significa que voy sacando las cosas en el Congreso de los Diputados según me vaya interesando y con quien me vaya interesando. En tiempos ya remotos y con escaso presupuesto con la izquierda parlamentaria, y todo aquello relacionado con la crisis, la economía, el poder financiero, el empleo, los recortes de pensiones, o la reforma laboral con la derecha nacionalista, es decir, con el equipo  médico habitual. El PP se entiende que está a otra cosa, y por eso no se suma a iniciativas que le son propias, cuestión que no parece terminar de entender el PSOE, que sigue girando con mas dureza a la derecha, en un estéril intento de sumar a quienes no tienen necesidad de “pringarse”, cuando encima están haciendo su política. La última, tratar de endurecer aún más el despido, en su proyecto de reforma laboral. El resultado ya es conocido, se ha aprobado con los votos de CiU y Coalición Canaria. Total, parece que la geometría variable del Gobierno es ya más invariable que variable.

Lo que no parece terminar de entender tampoco el Presidente del Gobierno, es que como ha señalado hoy el Secretario General de CC.OO. Ignacio Fernández Toxo, “de la resignación a la crispación hay un pasito”, ya que como también ha señalado el Secretario General de UGT, Cándido Méndez, “ningún trabajador va a estar preservado de los efectos de la reforma laboral”.

Asi que el Gobierno de la Nación sigue acumulando reformas para potenciar el Estado del Bienestar, como ya dijo el Presidente hace tiempo sin el menor asomo de sonrojo. Imagino que el “truco” consiste en desmantelar el reducido Estado Social existente, para construirlo luego nuevo del todo. Sagaz estrategia utilizada ya en Irak por EE.UU. .

Claro que el Presidente no puede estar en todo. Con lo atareado que debe estar con el “culebrón” de la candidatura de Madrid no da abasto. El problema es si cree que el resultado que tenga en Madrid el PSM, no tiene nada que ver con la reforma laboral, el recorte de las pensiones y a la dependencia, la bajada de sueldo en la Administración, la subida del IVA, la supresión del Impuesto de Patrimonio,  la privatización de las Cajas, los recortes en el acceso a la vivienda, los privilegios a la banca sin abrir los préstamos a la pequeña y mediana empresa y a las familias, o el abaratamiento del despido.

Es evidente que el re-pago sanitario de Trinidad Jiménez, o los innumerables éxitos deportivos de Lissavetsky, incluido mundial de fútbol, son elementos con los que no puede contrarrestar Tomás Gómez a los recortes sociales de Zapatero, por muy miembros directos del Gobierno que sean los dos candidatables.