No tengo por menos que agradecer la sugerencia que me ha hecho llegar a través de los medios de comunicación, ya que de otra forma parece manifestarse imposible, el Secretario General de los socialistas madrileños, Tomás Gómez. Atentamente, y tras unas declaraciones que hice la semana pasada, tras reclamar Gómez una Ley de Huelga, a lo que manifestaba la dificultad de hacerle oposición a Aguirre cuando se comparten demasiadas iniciativas como esa o la eliminación del Impuesto de Patrimonio, me indica desde el diario Qué, que “el adversario político no era el PSOE, sino que es el PP, que lleva demasiados años gobernando en la Comunidad y en el Ayuntamiento de Madrid.” Menos mal que afortunadamente hace un ejercicio de comprensión hacia mi persona, y justifica esas declaraciones que hice, “porque estamos prácticamente en un periodo preelectoral, lo que lleva a interpretar mis palabras en esa clave”. Sinceramente Tomás, gracias por tu orientación y tu comprensión.
Lo que ocurre es que lamentablemente el Gobierno de la Nación, me hace volver a incurrir en lo que para Tomás Gómez deben ser las tentaciones propias de todo periodo preelectoral, salvo que el acuerdo PSOE-PP para reformar las Cajas de Ahorro en beneficio de la banca privada, no sea una medida neoliberal más que toma el Presidente Zapatero, en plena sintonía con el Presidente del PP, Mariano Rajoy.
Como muy bien sitúa nuestro diputado en el Congreso, Gaspar Llamazares, “la reforma que plantea el Gobierno es el mayor escándalo en materia económica de los últimos años”. Lo que en la práctica supone esta reforma pactada por socialistas y populares, es un ejercicio antidemocrático que beneficia ante todo a los especuladores privados, al suponer la privatización práctica de estas instituciones y acabar con su fin social y redistributivo.
Ya nada parece acomplejar al Presidente Zapatero en tomar medidas que suponen un deterioro continuo del Estado del Bienestar en favor de quienes generaron la crisis. A partir de mañana empieza la sobrerrepresentación teatral de las diferencias entre los dos grandes partidos en el Debate sobre el estado de la Nación. Pero aún así no estaría mal que dedicaran unos minutos a explicar sus acuerdos. Que despeje Zapatero o Rajoy, las incógnitas que manifestaba el Secretario General de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, sobre en que límites las cajas van a repartir dividendos como hacen los bancos y si van a mantener la obra social, y si los va a resolver en favor de los intereses de la ciudadanía, o como intuye Toxo, pactada con la dirección de las cajas y con otros sectores como el de la banca clásica que ven en las cajas una oportunidad de negocio.
La verdad es que Esperanza Aguirre tiene una oportunidad envidiable para hacer un ejercicio más de insumisión y llevar a los Tribunales el decreto ley, por considerar lesionados los intereses de la Comunidad de Madrid. Que tentación. Enmendarle la plana a sus dos “objetivos militares” preferidos: Zapatero y Rajoy. Los dos por el precio de uno. Pero mucho me temo que a pesar del largo año en el que Esperanza Aguirre y Tomás Gómez se tiraban los trastos con Cajamadrid en un interminable culebrón, volverán a estar de acuerdo, en esta ocasión con el decreto ley que privatiza las Cajas, a pesar de lo clarísimo que tiene Tomás Gómez, que el adversario es el PP.
Nosotras y nosotros sin embargo, presentaremos una iniciativa en el Congreso de los Diputados, para que se nacionalicen las cajas de ahorros y tengamos una banca pública en España, y no se siga asfixiando a muchas pequeñas y medianas empresas desde la banca privada, y por si fuera poco además se le quiere entregar el patrimonio de las cajas de ahorro, por parte de Zapatero y Rajoy.
Estimado Goyo, dada la extraña naturaleza jurídica de las cajas, más que nacionalizar el objetivo sería no privatizar, o sí quiere que el objeto social de las mismas sea ampliado (Argentaria o Canal Isabel II). Son públicas les guste o no a Don Tomás y cia.
Seguro que la representación institucional en Caja Madrid estará a la altura de las circunstancias.
Salud y más Republica si cabe.