El próximo día 14, se cumplen 79 años de la proclamación de la Segunda República Española, por un pueblo que irrumpió en la historia reclamando y ejerciendo su soberanía. Pero dicho esto, sería ingenuo pensar que el dia 13 de Abril de 1931 la gente se acostó monárquica y el 14 se levantó republicana. Las fuerzas de la izquierda tenían un marcado perfil de transformación social, que durante años consiguieron que se abriese paso entre los trabajadores y trabajadoras. La II República por tanto, fué el resultado natural de la voluntad popular de transformar socialmente una sociedad injusta, a través de muchas luchas que convergían en ese objetivo.
Ser republicano en España no es sólamente aspirar a que la Jefatura del Estado sea elegida también democráticamente. Y mucho menos aún, poseer acusados rasgos de nostalgia por otros tiempos. La República y la bandera republicana, como símbolo de rebeldía y resistencia, expresa también el rechazo a un orden social en el que la desvergüenza, la impunidad y la corrupción parecen avanzar sin freno. En este contexto los espacios de libertad se restringen, y el contenido de los derechos laborales y sociales ni se cumplen ni se respetan; ese es el precario futuro que se ofrece al conjunto de los que sólo viven de su trabajo. En medio de una crisis devastadora para los trabajadores y trabajadoras, la mayor deslegitimación del sistema proviene de la percepción del deterioro de las condiciones de vida y de trabajo, consecuencia implacable de la economía especulativa y del modelo neoliberal de salida a la crisis.
Los privilegios y beneficios de la banca y demás elementos responsables de la crisis, contrastan con el incesante aumento de desempleados y desempleadas. Crece la preocupación de la inmensa mayoría de las familias, crece el número de situaciones de ajuste empresarial de corte oportunista, y crece exponencialmente la precariedad y la temporalidad, así como los casos de deshaucio de familias, que son desposeidas de sus viviendas, por no poder hacer frente a los créditos hipotecarios, que además continúan asfixiando a los expulsados de su vivienda, al seguir obligados a mantener la deuda con el banco de turno. Los valores de justicia, igualdad, y solidaridad, inherentes al republicanismo, son incompatibles con una política económica tan cicatera con los trabajadores y trabajadoras, como consentidora con los mas privilegiados económicamente, como la que se viene aplicando desde el Gobierno de la Nación, y con mucha mayor dureza por el Gobierno de Esperanza Aguirre.
La III República se proclamará, y lo hará de forma natural. Será la consecuencia de seguir avanzando y profundizando en políticas de convergencia para la transformación social. La República que queremos no vendrá porque mañana se convocase un referéndum. Es más, no deberíamos darle buenas noticias a la monarquía.
La República la alcanzaremos cuanto más hagamos avanzar nuestra Alternativa Social a la Crisis. La República avanzará cuantas más transformaciones sociales seamos capaces de generar movilizándonos y en las Instituciones. La República avanzará cuanto más fuerte sea IU.
La República no es que todos los 14 de Abril nos reunamos sumidos en la nostalgia. Hasta la nueva fecha de proclamación de la República, los 14 de Abril es cuando renovamos anualmente nuestro compromiso por la transformación social, y por lo tanto por la República, el Estado del Bienestar, y el Socialismo.
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un saludo comunista Paex