LA FINANCIACIÓN AUTONÓMICA Y LA CAJA…ELECTORAL

Han sido muchos meses de incertidumbres, presiones, negociaciones, tirones, y demás “artes” propias de las lógicas electorales y parlamentarias, pero por fín el Gobierno de Zapatero ha dado a luz la nueva financiación autonómica. Bien es verdad que ni el método ni el contenido tienen mucho que ver con un modelo federal. Tampoco es menos cierto, que el nuevo sistema de financiación no va a permitir superar el déficit social de España, ni va a generar empleo, ni nos va a ayudar a superar la crisis. Pero lo que también está claro, es que el modelo anterior tuviera la menor posibilidad de avanzar algo en lo anteriormente expuesto.

Uno ya entiende, que los posicionamientos de las distintas Comunidades tienen mucho mas que ver en términos cuantitativos que cualitativos. Es decir, la cantidad  de euros, priman sobre los criterios de número de habitantes, dispersión de la población, parámetros socioeconómicos, reequilibrios territoriales y sociales, o envejecimiento de la población. El método tampoco podríamos calificarlo de muy transparente, y las posibilidades de dumpin fiscal y de generar 17 modelos fiscales distintos, es al menos preocupante para los trabajadores y trabajadoras.

Tampoco se le escapa a uno, que este Acuerdo tiene mucho mas que ver con alcanzar una cierta estabilidad parlamentaria por parte del Gobierno de la Nación, en vez de seguir en las incertidumbres de la famosa “geometría variable” impulsada por el Presidente Zapatero en el Congreso, abriéndole el paso así también a los dicursos catastrofistas y de confrontación entre Comunidades, especialmente con Cataluña, de los que tanto gusta el PP. Cosas de las negociaciones bilaterales, ya se sabe.

Eso si, ha sido una ocasión más para comprobar como el Gobierno de Esperanza Aguirre, es capaz de superarse a si mismo, dando un “recital” de ausencia de interés por la financiación de nuestra Comunidad, con toda suerte de declaraciones al respecto, muy a tener en cuenta en la célebre “Antología del Disparate”. Imagino que para intentar tapar su ineficacia y parálisis, fruto seguramente de los “problemillas” que tienen con la Justicia muchos de sus cargos públicos, o de la “alarma social” que ha levantado en las filas populares las amenazas del ya tristemente famoso, Tesorero Bárcenas, el siempre encomiable Consejero Beteta nos ha vuelto a brindar inolvidables “salidas de pata de banco”, conjugando cuando ha entendido que era menester, argumentos muy del estilo Ibarretxe, con sus consabidas alertas sobre la enésima ruptura de España. Osea como siempre, intentando hacer caja electoral a costa de lo que sea, dejando a los madrileños y madrileñas como rehenes de sus enloquecidas estrategias partidarias.

Lo malo para Esperanza Aguirre y su lugarteniente Beteta, es que el bueno de Mariano ha cogido aire, y esta vez su anunciado voto en contra del Acuerdo de financiación, lo ha tenido que modificar por una tibia abstención. Bien es verdad, que dado que el anterior modelo lo había hecho el mismísimo Beteta, siendo entonces Presidente el inolvidable Aznar, podía haber recomendado a las Comunidades gobernadas por el PP, que no se acogieran al nuevo, ya que el anterior había sido obra del ingenio financiero del hoy Consejero de Economia de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta. No debe tener las cosas internas muy bien, la otrora invencible “lideresa” y azote a la sazón del bueno de Mariano.

Eso si, una vez más, el nuevo sistema sigue sin contemplar la necesaria financiación de los Ayuntamientos.