… A POR ELLOS

Sólo unas breves palabras para desearos que se cumplan todos vuestros deseos en este nuevo año. Lo veis, yo también he sucumbido a la tentación de mostrarme entrañable en estas señaladas fiestas. Hala, con un poquito de insulina se hace todo mucho mas llevadero. Lamento una vez mas no haberme sentido con las fuerzas necesarias, para contestar las innumerables felicitaciones navideñas, que ya sea en forma de postales o de mensajes al móvil, han vuelto a generar una importante actividad económica a los sectores de artes gráficas, postal, mensajería, y telefonía fundamentalmente.

La verdad, es que no termino de pillar en toda su extensión, la necesidad de subrayar en estas fechas toda suerte de buenos deseos, propósitos de enmienda, expectativas de cambio, y ganas de felicitar al personal en general, sin saber exactamente cual es el motivo por el que se felicita. Creo que mi dificultad para “coger el conceto”, que diría Marquina, se debe basar en la falta de creencias extrasensoriales, que según dicen los profesionales de los ritos y costumbres teológicas, haces que encomiendes las situaciones manifiestamente mejorables a las que se padecen, a otros supuestos momentos futuros, absolutamente incompatibles con las funciones vitales, y por lo que todo apunta, también ajenas al intento de transformación continuo para mejorarlas.

El mecanismo habitual de las distintas organizaciones especializadas en garantizar una vida mejor, justo después del momento de su caducidad, tienen como nexo prácticamente común, repetir letanías de bajo desarrollo comprensivo, al objeto de que el baranda máximo de cada organización en cuestión, no se si fruto del atosigamiento cansino, acceda a que se cumplan las peticiones de sus afiliados, imagino que con la cabeza como un balón de nivea si fuera cierta su existencia.

Eso si, pero como lo que abunda no daña, a esos rituales supuestamente científicos, dado lo que tienen que estudiar los mandos intermedios de cada colectivo espiritual, se pueden añadir toda una serie de acciones también machaconamente repetidas, que pueden favorecer los objetivos a alcanzar. Desde las mas conocidas como atragantarse con doce uvas, poner trozos de arbusto en las puertas, ponerse ropa interior roja, beber cava con algún metal dorado,  a pasar décimos de lotería por la espalda de algún amigo que encorve su figura, o que su alopecia sea suficientemente significativa. Todo ello sin menosprecio alguno de los propósitos de dejar de fumar o ir al gimnasio.

A mi todo esto sinceramente, me hace caer en un “rulo” de corte psicológico, el cual me lleva inexorablemente a pensar que debo ser tela de rarito. No es un problema de ir de racionalista puro por la vida, que uno tiene también sus manías, es lo de que el personal se ponga tan formalmente y protocolariamente empalagoso.

Pues sintiéndolo mucho, ni voy a dejar de fumar, ni se me ha perdido nada en el gimnasio, y si he brindado en Nochevieja con cava y un anillo que le pedí a mi madre para que el Gobierno de Esperanza Aguirre toque a su fín, iré a la MANIFESTACIÓN DEL 17 DE ENERO A LAS 18 HORAS, DE NEPTUNO A CIBELES, CONTRA LA BARBARIE DEL GOBIERNO ISRAELÍ EN GAZA, llevaremos propuestas a las Instituciones y nos movilizaremos para que los trabajadores y trabajadoras no sean las víctimas de la crisis. En definitiva, no voy a ser mejor que hasta el día 31, intentaré hacer mejor las cosas, para que cambien las cosas aquí y ahora. Quiere decirse, que como sólo con desearlo, no parece que haya garantía de consecución de estos breves objetivos, tendremos que confrontar con quienes quieren que las cosas sigan como hasta ahora, y si es posible empeorándolas.

Como decía un famoso pintor, “Que las musas nos pillen pintando”