Con un escueto, “Solbes cierra el grifo a los alcaldes”, resolvía el diario El Pais de hoy, algo que va mas allá de una mayor o menor satisfacción presupuestaria, de quienes son elegidos para dirigir el desarrollo de las ciudades. Para empezar, creo yo que sería mas ajustado haber titulado que Solbes cierra el grifo a los servicios básicos, al desarrollo, y en definitiva a las expectativas inmediatas y concretas de mejora de la calidad de vida, de las personas que viven en las ciudades y pueblos de nuestro país.
Sin querer sitúar en términos de contradicción el titular de este artículo, cualquier persona con una mínima sensibilidad de izquierdas, no pondría en cuestión que por ejemplo el derecho a un empleo estable y con derechos, a una vivienda digna y asequible, a un sistema sanitario y a una educación pública de calidad, o a unas prestaciones y cobertura social desarrolladas y suficientes, son derechos de todas las personas que habitan en el Estado.
Ninguna fuerza política niega su vocación municipalista. Tampoco deja de reconocer nadie, que los Ayuntamientos son la Administración mas cercana a las personas, y la primera a la que acuden para resolver sus problemas. De la misma forma, no hay discurso que no haya reclamado la segunda descentralización, y la insuficiencia de los Municipios para acometer los servicios que tienen que prestar por Ley, y otros muchos que sin ser de su competencia, también asumen, e incluso en ocasiones se les encomienda sin la necesaria financiación. Todo eso, reconocidos por unos y por otros, tiene como resultado que los Ayuntamientos representan el 13% del gasto público de la Administración del Estado, de la que también forman parte junto a la Autonómica y la Central.
Mientras, el debate de la financiación de las Comunidades Autonómas, ha entrado a formar parte de múltiples negociaciones condicionadas a la estabilidad del Gobierno de Zapatero, o a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado próximos o los del País Vasco, o a posibles adelantos electorales en Galicia y Euskadi. Eso si, los problemas de los trabajadores y trabajadoras, multiplicados por la crisis económica, no han hecho acto de presencia en tan apasionados debates, y sin embargo hemos tenido que escuchar las “perlas” del nuevo megaconsejero de Esperanza Aguirre y anterior portavoz del PP en la Asamblea, Antonio Beteta, que con ese feroz oportunismo del que tanto hace gala, ha llegado a intentar emular al Consejero mas abertzale del PNV.
En definitiva, a pesar de que nadie negará su municipalismo, ni dejará de reconocer a los Ayuntamientos como los parientes pobres del sistema democrático, me temo que una vez mas IU se quedará sola, frente al PSOE y el PP, reivindicando la necesaria financiación para los Ayuntamientos, y la segunda descentralización. Eso si, imagino que el Presidente de la Federación Española de Municipios, mi buen amigo Pedro Castro, hará la enésima llamada a la “guerra santa” contra Solbes, y que difícilmente podrá concretar.
Seguramente sin las rebajas fiscales del Gobierno Zapatero, y sin las propuestas aún mas desfiscalizadoras del PP, sería posible acometer esos objetivos que supuestamente todos compartimos, en beneficio de la inmensa mayoría de las gentes que habitan los pueblos y ciudades de nuestro país.
P.D.- A la vista del nuevo perfil de Beteta, y de la proximidad del Congreso del PP de Madrid, me atrevo a sugerir como fondo de tan magno evento popular un: “Gora Madrid Askatacheli”. De nada.
Askatacheli es una aportación ejemplar, es mucho más divertido que lo de “miembras” que no deja de ser una gilipollez.
El problema no sería el recorte de gastos sino el recorte de ideas, y de esas parece que vamos faltos. Es como cuando Barreda rebaja el número de consejeros para ahorrar, (o Aguirre), y nos preguntamos: ¿coño, si no hacían falta por qué los nombraron?
Se me ocurre otro término: la Korbachización del empleo, mezcla de Corbacho, Corbachov y Krisis.