En Marzo de este año, utilizando el título del disco de Supertramp, hacía alusión en este blog, sobre los entonces ya perceptibles efectos de la entonces desaceleración económica, titulada ya al dia de hoy como crisis con todas sus consecuencias. El Presidente del Gobierno, Jose Luis Rodriguez Zapatero, lejos de su optimismo vital con el que en el mes de diciembre del año pasado, anunciaba que esta iba a ser “la legislatura de lo social”, adelantó en su discurso de investidura, una política económica “sobria” para gestionar estos momentos de incertidumbre económica.
Felipe González llevó a cabo una dura política económica de liberalizaciones y desregulación laboral, bajo el discurso de la “modernidad” y la entrada de España en Europa. Aznar completó un programa de privatizaciones y recortes del gasto social bajo el discurso de la “convergencia con Europa”. Lo que no sabemos exactamente son los objetivos del Presidente Zapatero. Si atendemos a sus intervenciones públicas, la pretensión es la convergencia en renta con Europa. Ahora bien, observando algunos nombramientos ministeriales y las declaraciones del Ministro Solbes, parece que sus objetivos no son tan evidentes.
La realidad apunta sin embargo, a que como todos los Gobiernos anteriores, el objetivo es mantener la tasa de beneficio empresarial, sobre todo en momentos de crisis económica. Es indudable, que el sector empresarial al que se refiere el Gobierno, es el del sector inmobiliario y financiero, así como al agroexportador y el turístico. La receta para ello es sencilla y recurrente: Mano de obra intensiva, como fórmula que permita conseguir una mayor desvalorización del coste del trabajo, y en paralelo ataque al Estado social, por medio de la privatización de los Presupuestos Generales del Estado, a través del desvío de dinero público a los sectores empresariales en apuros: Cambio del ladrillo por la obra pública y garantías a la banca del cobro de las hipotecas, apertura de los servicios públicos al capital privado,(atención a personas dependientes y educación infantil), y la reducción de impuestos y cotizaciones sociales a los empresarios.
Tampoco es nada nuevo, la reducción del peso de los salarios en la economía nacional, como forma de mantener la tasa de beneficio empresarial en momentos de crisis, que requiere de la “receta” habitual: La flexibilización laboral, y dentro de ella, la flexibilización salarial. Las consecuencias son perfectamente reconocibles: Reducción del gasto social, utilización del superávit presupuestario en salir en auxilio de los sectores empresariales en apuros, y disminución de los salarios en la economía. Para este Gobierno, también parece que después del crecimiento económico no es cuando viene el reparto, si no los despidos, mayor desregulación laboral, y mas contención salarial.
Reforma de la Ley Electoral, o la desaparición del crucifijo en las tomas de posesión ministeriales, siendo deseables, y sin renunciar a ello, no son la máxima prioridad de los trabajadores y trabajadoras. La prioridad para IU debe ser el coste social de la crisis y la política económica del Gobierno Zapatero. Articular, desarrollar, y extender nuestra propuesta económica necesaria ante esta situación, generando las alianzas sociales y sindicales que la hagan ser asumidas por la mayoría social de nuestro país, tiene que ser el objeto fundamental de nuestra actividad, en beneficio de todas y todos los asalariados y del cada vez mayor número de desempleados y desempleadas.
La propuesta concreta, el diálogo, las alianzas sociales y sindicales, así como la movilización, deben ser las respuestas a la crisis. Es por lo tanto para IU, el trabajo en lo social y en lo económico, el elemento prioritario de su actividad y de su utilidad para el conjunto de los trabajadores y trabajadoras.
Están tratando un gobierno como mi empresa, que hay que abrocharse el cinturón… el currito. Que hay que ahorrar…. el currito. Que hay que hacer más horas…. el currito. Y el beneficio… pál empresario.
Hace poco leí un chiste en El País, de Borges, en el que, uno le decía a otro.
“educción interestatal retotrancada con estacionamiento reducido del flujo monetario..”
Y el otro le respondía “O sea, crisis..”
Pos va ser que sí.
Saludos y salud
Cómo está el patio… se nota que hay crisis, y que parte de la receta consiste en el trabajo intensivo tal y como dices… ¡y tanto!: acabo de leer un titular que me ha dejado FLI-PAN-DO…
Los países de la UE logran un acuerdo que permite la jornada laboral de más de 48 horas. Lo podéis leer en https://www.elmundo.es/mundodinero/2008/06/10/economia/1213052731.html
En fin… menos mal que la globalización nos iba a solucionar la vida: https://apocalapsus.es/archivos/felaspas/forges_globalizacion.gif
Saludos.
Y ahora las 65 horas. El capitalismo sí cree en la lucha de clases, la aplican, lo han hecho siempre, el problema es que nos creímos, o algunos se creyeron, que parecía que esto era más plausible, menos radical que con el franquismo. Hay que ver, nosotros que nos creímos lo de la paz social, el ajuste de salarios, nuestros sindicatos (todos) llamando al diálogo, llamando a los encuentros en cafés mañaneros en la APD y otras, y ellos continuando la lucha de clases.
Y del PSOE qué?.
Pues haciendo lo mismo de siempre desde que tengo uso de razón, haciendo lo mismo. En el pueblo de mis padres, una vez un viejo, siendo yo niño, me dijo: “no te fíes nunca de los socialistas, acabarán engañándote”, lo hicieron, lo hacen y lo seguirán haciendo.
Seguiremos diciendo que la economía de mercado sirve para corregir desajustes?.