En el mes de enero de este año, reflejaba en este blog, las consecuencias de las privatizaciones de los servicios públicos, relacionando expresamente a el “caso de la funeraria del Ayuntamiento de Madrid”. En enero quedaba visto para sentencia, después de 16 años, los entonces “presuntos” hechos delictivos con los que se realizó esta privatización. Pues bien, como todo apuntaba, ya han dejado de ser “presuntos” y han pasado a probados.
Independientemente que en el artículo que escribí en el mes de enero, manifestaba que el resultado final de la sentencia tenía una importancia menor, no me queda por menos que decir que “joer”, ya le vale a la Justicia también. Dieciseis años ha estado reflexionando sobre si era legal o no que el Ayuntamiento de Madrid vendiera el 49% de sus acciones por 0,60 euros, a cambio de asumir una deuda de 13,6 millones de euros. Entiendo que no debe ser fácil determinar responsabilidades jurídicas, de quien pasó de ser el “asesor” municipal que aconsejó esta operación, a ser el presidente de la empresa que gracias a sus sabios consejos fue privatizada.
No dejo de reconocer que leer en la prensa las consecuencias de la anhelada sentencia, me causa un cierto estremecimiento. Por una parte, el único condenado, lo es a dos años y un día de suspensión de cargo público. Es decir, el entonces Primer Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Madrid, ha podido estar ejerciendo 16 años como representante de la voluntad popular, a pesar de haber cometido prevaricación. Menos mal que la sentencia le ha pillado ya con 79 años, e imagino que afortunadamente para el y para su familia ha podido llegar a la jubilación máxima. Hubiese sido un drama social, que si la Justicia hubiese actuado con cierta agilidad, y hubiese sido condenado cuando tenía 63 años, esos dos años sin cotizar pudiese haber supuesto un grave perjuicio para su calidad de vida.
No es malo tampoco, que el amplio periodo de reflexión que se ha tomado la Justicia, haya supuesto que a pesar de reconocer en la propia sentencia, que quedan acreditados los delitos de tráfico de influencias contra la Hacienda Pública y el de falsedad documental, tanto el asesor municipal como los propietarios de la adjudicataria, queden absueltos porque lamentablemente los delitos han prescrito. Oooh, que pena. Por un pelín han escapado del peso de la Justicia. Que terrible sufrimiento para estas personas también, tener que haber estado 16 impacientes años intentando limpiar su buen nombre de las infundadas acusaciones de mis compañeros y compañeras de IU.
Claro, lo que sería de muy mal gusto, es pedir responsabilidades políticas al entonces Alcalde Jose María Alvarez del Manzano. Por dios, que grosería. Con el magnífico y eficaz trabajo que está realizando, presidiendo en la actualidad el IFEMA, a propuesta del Gobierno del PP de la Comunidad de Madrid. Solo faltaría que al ínclito ex-alcalde le diera un subidón de honestidad y de ética, y cogiera y nos dimitiera de su laborioso cargo. ¿Como iba a poder realizarse la ceremonia de entrega de los premios Goya?. No quiero ni pensar en la catástrofe social para los madrileños y madrileñas. No me extraña, que el entonces Alcalde de Madrid, al conocer ayer la sentencia, no tuviera por menos que salir en defensa de su entonces Primer Teniente de Alcalde, asegurando que de la misma solo se podía deducir que se trata de un hombre honorable política y personalmente.
Yo sin embargo, prefiero poner en valor al entonces Concejal de Hacienda, que se negó en redondo a firmar la concesión del 49% a Funespaña, ausentándose incluso del Pleno del Ayuntamiento de Madrid en el que se votó.
Lo mismo la Justicia podía haber deducido algo sobre la actitud del Concejal de Hacienda Fernando López-Amor. Compañeros de partido del condenado, con mucho menos han montado durante años interesantísimas teorías de la conspiración.
En tres palabras: A lu cinante
En fin, así va este país. Gracias por hacernos llegar este tipo de noticias Gregorio, cada día me doy cuenta que los medios de comunicación nos absorben los sesos, y lo verdaderamente importante nos lo ocultan.
Saludos
Venga, Goyo, en serio…. ¿después de 16 años ha salido la sentencia…? Te apuesto una cervecita a que recurren y pasasn.. ¿otros 16 años?
Eso sí, que no se me ocurra robar algo para comer, ahí la justicia es ciega.
Y, por favor, por una vez en la vida ser groseros y pedir responsabilidad al presidente de IFEMA (joer como se enchufan estos ex-).
Saludos y salud (la cerveza queda en el aire)