El pasado viernes 28 de diciembre, tengo que reconocer que me llevé un tremendo sobresalto, al leer en el periódico una entrevista a la ex-secretaria general de banca de CC.OO., Mª Jesús Paredes, en la que el titular resultaba al menos un tanto llamativo:”CC.OO. no es un sindicato de izquierdas; es solo un sindicato”.
Menos mal que un servidor, que se tiene por un avezado lector que está a la que salta, reparé en la fecha del diario, y me percaté que no podía ser otra cosa que las recurrentes “inocentadas”, de las que tanto gustan los medios de comunicación en estas señaladas fechas.
Aliviado al constatar que se trataba de una broma, si me hizo reflexionar la entrevista, en el supuesto que las respuestas de la compañera Mª Jesús hubiesen sido otra cosa que un puro divertimento navideño.
Pensaba que una persona como yo, que ha defendido siempre en el sindicato su independencia y autonomía respecto de las fuerzas políticas, y al que nunca le han interesado los debates sobre la vida de los compañeros y compañeras, salvo en lo que afecten en la credibilidad de las organizaciones en las que milito, pero siempre desde el principio de inocencia de quien pudiese ser acusado interesada o desinteresadamente, y que además no forma parte de corriente sindical alguna en CC.OO., me hubiese visto en la necesidad de contrastar algunas afirmaciones hechas por mi compañera Mª Jesús en tan lúdica entrevista.
De no ser por todo lo expuesto, hubiese tenido que manifestar que no debe confundirse la parte con el todo. Que uno puede no saber después de mucho tiempo que es un sindicato de clase, pero que eso no significa que CC.OO. no lo sea, salvo que en el próximo Congreso Confederal se decida democráticamente lo contrario. Que algún compañero o compañera considere que el sindicato debe circunscribirse a la defensa exclusiva de las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras, abstrayéndose de la sociedad en la que se vive, y de como afecta a éstas las correlaciones de fuerzas entre las diferentes opciones políticas, es perfectamente légitimo, pero para que CC.OO. opte por ese modelo de sindicalismo deben ser sus afiliados y afiliadas, los que determinen que vamos a dejar de ser un sindicato sociopolítico y de clase.
Me consta que hay otros sindicatos que no son ni sociopolíticos, ni de clase. Nada que objetar al ejercicio democrático de entender de una manera u otra la contradicción capital-trabajo. Nada que decir a que haya sindicatos que no consideren oportuno incidir en lo que se denomina salario indirecto. Fiscalidad, educación, sanidad, servicios sociales, cobertura social, servicios públicos, transporte, políticas de igualdad, participación sindical en los consejos de administración, derecho a la vivienda, paz, solidaridad, cooperación al desarrollo, y multitud de problemas que viven todos los trabajadores y trabajadoras todos los días, más allá de las condiciones laborales concretas que viven en sus empresas, pero que están totalmente afectadas por todo lo anterior. Esto y algunas cosas mas son las que algunos entendemos por sindicalismo sociopolítico y de clase. Lo que no quiere decir que se tenga que estar de acuerdo con ello, sencillamente es por lo que algunos y algunas vamos a seguir luchando.
Tampoco cuestionaría yo la legitimidad de estar en una lista o pertenecer al PP. Es un asunto de estar instalado en favor de unos intereses de clase, si de clase, o en otros. Si yo fuera del PP, defendería que la vivienda fuese un instrumento que permitiese generar el máximo beneficio empresarial posible, frente al derecho constitucional de las personas a una vivienda digna y asequible, y a la obligación de los poderes públicos de satisfacer ese derecho. Por eso ni considero un honor ni un deshonor ir en una lista del PP. Sencillamente defiendo, en la medida de mis posibilidades, los intereses de la mayoria social, que entiendo no son los que defiende el PP, si no los de las minorías privilegiadas, independientemente de que también voten a este partido muchísimas personas de extracto social bajo.
Pues eso, que me quedo mas tranquilo porque CC.OO. es un sindicato sociopolítico, plural, de clase y de izquierdas. Malditas inocentadas.
Salud,feliz y laico 2008.
La verdad es que a mi también se me atragantó el titular, pero…debe ser eso, que era la inocentada del día!!
Pues yo creo que las palabras sindicato y derecha son incompatibles, algo así como inteligencia militar. Por desgracia mucho me temo que CCOO hace tiempo que dejó de tener esa cosa clara. Un saludo y feliz año, y ojalá que sea muy laico, pero no está la cosa muy clara.