Se inició anoche la campaña electoral, y para variar uno de los debates más encendidos en los medios fué hace unos días sobre los colores de las corbatas de los candidatos del bipartidismo, a saber, Rubalcaba y Rajoy. Bien es verdad que dadas las políticas que defienden los dos grandes partidos para salir de la crisis, y al margen de la esperada sobreactuación de supuestas diferencias, las coincidencias de los dos grandes partidos en política fiscal, económica o productiva, pudiera aconsejar situar las mayores diferencias entre los candidatos,en el vestuario que lucirán en el tan esperado monólogo bipartidista.
Así la cosas, se abrió ayer la campaña electoral con las mismas premisas que iluminaron al PP y al PSOE en las anteriores autonómicas del mes de mayo. Por una parte el PP ocultando su programa, no diciendo lo que quiere hacer, (de eso ya se encarga la CEOE). Y el PSOE diciendo que quiere hacer lo contrario a lo que ha hecho. Bien es verdad que aquí en Madrid tenemos la triste suerte de conocer la peor cara del bipartidismo.
Aquí conocemos perfectamente las intenciones del PP. Esperanza Aguirre nos lo lleva mostrando brutalmente desde que el Presidenta: 15.000 millones de regalos fiscales a las mayores rentas y patrimonios de la Comunidad, privatizaciones y recortes en la sanidad, la educación, el transporte… . Todo eso adornado con la siniestra gracia de la que hace gala Aguirre, intentando criminalizar a IU y los sindicatos de clase con su famosa ocurrencia sobre que las movilizaciones en educación fueron organizadas por IU para hacer negocio vendiendo las camisetas de la “marea verde”.
Una vez reconocida la capacidad de persuasión que tenemos, el problema mayor de Esperanza Aguirre, es que IU no tiene complejos defendiendo la escuela pública. IU no tiene complejos defendiendo una reforma fiscal para unos impuestos justos, para que pague más quien más tiene. En definitiva, IU no tiene complejos porque somos gente de izquierdas, comprometida con la transformación del modelo social, político, productivo, económico y cultural impernte, y que lamentablemente comparten el PP y el PSOE.
Y para eso tenemos programa, voluntad de converger, organizaciones, y sobre todo, algo q1ue no tienen los demás: Una militancia comprometida socialmente, con proyecto, abierta, dialogante, solvente, firme y combativa.
El descontento social generalizado que existe no cambia por sí mismo las cosas. El descontento hay que articularlo en torno a un proyecto de cambio, sumando voluntades que construyan programas amplios de transformación. Por eso le decimos a quienes votaron al PSOE en pasadas elecciones y han visto frustradas sus expectativas de mantenimiento y desarrollo del Estado del Bienestar, que no tienen que resignarse, que IU es el espacio donde sus aspiraciones se sentirán cómodas.
Ayer, antes del acto de inicio de campaña, venía de una manifestación contra los despidos en Parla, a la que asistieron los Secretarios Generales de UGT y CC.OO de Madrid, José Ricardo Martínez y Javier López, donde muchos militantes y votantes del PSOE y de la UGT me manifestaron su apoyo y su reconocimiento a IU, por su coherencia, su firmeza y su combatividad. Y lo decían porque sabían que ayer ratificábamos en la Asamblea de IU de Parla la salida de IU del Gobierno Municipal de esa localidad. Manifestaban su acuerdo con lo que hemos reiterado en infinidad de ocasiones, si el PSOE asume las recetas del PP, con privatizaciones, despidos, aplicación de la reforma laboral para solucionar una deuda municipal, IU no podrá entenderse con el PSOE. Y es por eso por lo que esos votantes socialistas de Parla nos decían que han visto en nosotras y nosotros la alternativa a la frustración, a la resignación, y al descontento.
Por eso cuando Rubalcaba nos dice que el ha sido el Vicepresidente oyente y descontento, del Gobierno de la reforma laboral, de la congelación de las pensiones, de la bajada de sueldo a los funcionarios, del recorte de la inversión pública que ahora reivindica, del recorte de las prestaciones a los desempleados y desempleadas, de los regalos a la banca, de la bajada de impuestos a las rentas más altas, o de la guerra en Libia, solo nos queda por decirle a Rubalcaba que si está descontento y frustrado por todas esas medidas, votando a IU se abrirán sus expectativas y su esperanza, y no Aguirre precisamente, más que nada porque ella precisamente ha estado de acuerdo con esas medidas del Gobierno, donde Rubalcaba parece ser que solo pasaba por allí.
Rebelarse también es llenar las urnas de papeletas de IU el próximo día 20.
0 Comments