SIGUEN LAS SECUELAS DEL CONCIERTO DE ROUCO

Nunca me han gustado los discursos catastrofistas. No me gusta cuando una parte de la izquierda se instala en aquello de “lo malo que esta todo”, porque en la práctica es como si se terminase asumiendo que las cosas no pueden cambiar. Es mas, creo que en momentos en los que la derecha política y social, comandada por la derecha episcopal, muestra su verdadera faz, y se lanza a la ofensiva para imponer sus criterios, en los que el género femenino es su víctima propiciatoria,(seguramente por la autoría intelectual que sobre el “pecado original” le tiene adjudicada la iglesia desde hace muchos siglos), es cuando se impone la respuesta mas democráticamente contundente.

Ya hace tiempo que la derecha inició la enésima “cruzada”. En este caso contra las clínicas que practican interrupciones del embarazo. Es casi tan curioso que los grupúsculos antiabortistas reaparezcan impetuosos cuando no gobierna el PP, como que Felipe González abogue ahora por una Ley de Plazos, cuando su voto estuvo ausente del Congreso de los Diputados, pudiendo haber significado la modificación de la Ley actual.

Es llamativo, que esta campaña de acoso político, social y judicial que están padeciendo estas clínicas, tuviese como fiesta grande de exaltación el macroconcierto de Rouco y Kiko. Se han servido de todos los resortes que pueden manejar. Que en una primera denuncia, el juzgado que les corresponde no ve irregularidad alguna, pues vamos a ver si puede “caer” en algún juez, que si es necesario envie al Seprona a visitar pacientes para labores de acoso. Si llega a ser Esperanza Aguirre, les manda a los Agentes Forestales.

Alguien puede explicar porqué si la Ley es la misma que cuando gobernaba el PP de Aznar, se producen ahora tan cerca de la campaña electoral, estos acosos con la aquiescencia y participación de la Comunidad de Madrid, responsable de tan irregulares inspecciones, que llegan incluso a aparecer con un coche fúnebre para recoger residuos orgánicos y clínicos. Como dice la portavoz de la Asociación de Clínicas Acreditadas de Interrupción del Embarazo, Marisa Castro, el PP respecto este asunto utiliza la política de la “compresa”, es decir, que cuando el PP gobierna, ni si note, ni se vea, ni traspase.

Indignante injusticia hacia la mujer, es tambien el sufrido por una trabajadora que por dos veces ha sido expulsada de la plantilla del Metro de Madrid, por haber padecido un cáncer de mama. Si no fuera por estas “cosillas”, el lazo rosa que lució la Presidenta de la Comunidad de Madrid en la Asamblea, en apoyo a las mujeres con cáncer de mama, parecería puesto porque realmente a Esperanza Aguirre le preocupan las discriminaciones que sufren las mujeres, por lo menos tanto como el poder evitar que Gallardón sea candidato al Congreso en las próximas Elecciones.

Menos mal que las propuestas electorales del PP, como la de que las mujeres paguen 1000 euros menos en el IRPF, o crear el Ministerio de la Familia, (no se explicita la de quien), me hacen abandonar la idea de que el PP padece de misoginía. Debe ser solo que la dirección de la campaña electoral la han dejado en manos de la conferencia episcopal. De lo contrario el ayudante de campaña de Rouco y Kiko, Juan Costa, podría explicar como evitar que esta rebaja fiscal reduzca los sueldos de los nuevos contratos. Lo digo por si aún no se ha enterado, que por el mismo trabajo las mujeres perciben salarios significativamente menores.

Imagino que esas cosas no están para explicarse en campaña.