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EL REY ARTURO F.

Hace escasos días, la patronal española y la madrileña, envalentonadas por la reforma laboral que aprobó el Gobierno del PSOE, decidieron que podían dar una vuelta de tuerca más a sus aspiraciones. Es decir, el brazo armado del PP se echó al monte. El problema no es que los empresarios manifiesten sus aspiraciones más siniestras, el problema es que si Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña, “sugiere” esas medidas, eso, para el Gobierno de Esperanza Aguirre, es de obligado cumplimiento.

A nadie se le escapa ya, que el rey Arturo, monarca de la hostelería madrileña, es una especie de Consejero sin cartera en el Gobierno de la Comunidad. Eso quiere decir que las propuestas de la CEIM en Madrid serán aplicadas a rajatabla, en función de las competencias que tiene el Gobierno regional. No es por tanto una plataforma reivindicativa de la patronal madrileña,es el futuro inmediato que padeceremos con el Gobierno de Esperanza Aguirre.

Tampoco es descabellado pensar que el silencio programático del PP para las próximas elecciones generales, tiene mucho que ver con el adelanto que nos da la patronal española y madrileña. No se si llegará Rajoy a reflejar en su programa electoral todas estas medidas, en cualquier caso el bueno de Mariano, poco dado a que le asalte el estrés, ya tiene quien le escriba al menos el programa; la CEOE y la CEIM.

Uno no puede esperar mucho de la patronal española, probablemente la menos productiva del hemisferio norte, ya que sus preocupaciones nunca han tenido que ver con la generación de empleo y riqueza, sino con la riqueza personal de cada uno de sus miembros. Su objetivo no es crear empleo, sus objetivos son desregularizar el mercado laboral, abaratar el despido, no pagar impuestos, precarizar aún más el escaso empleo que generan, abrir al mercado para su lucro empresarial los servicios públicos, instalar el copago sanitario, acabar con el derecho de huelga, en definitiva lucrarse con la crisis a costa de empobrecer y desproteger socialmente a la inmensa mayoría de las personas que solo tienen su fuerza de trabajo para poder subsistir.

Lo único que faltaba es la entrada del Consejero-caballero Percival en la cartera de Economía del Gobierno de Esperanza Aguirre. Con el rey Arturo F. como Consejero sin cartera, terminarán esquilmando hasta la mesa redonda.