La generación mejor preparada de la historia de España no está dispuesta a que sea también la única que viva peor que sus padres, por mucho que se empeñen los gobiernos que actúan al servicio del poder financiero, la banca y los mercados. Se equivocan Zapatero y Esperanza Aguirre si piensan que los jóvenes van a contemplar como les niegan el futuro con los brazos caidos. Y también se equivocan quienes desde la izquierda miran a los jóvenes como gente complaciente o fatalista con el negro futuro que les quieren pintar. El jueves 7 de Abril lo van a poder comprobar en la Manifestación que comenzará a las 19 horas en la Plaza de Antón Martín.

El próximo jueves deberían empezar a “tentarse la ropa” quienes se crean que va a haber paz social mientras el 40% de los jóvenes están desempleados y mas del 70%  tienen empleos precarios. Pueden seguir los dos grandes partidos y el bipartidismo mediático ensimismados, hablando de calendarios electorales o sucesiones, sin mirar como los efectos de sus políticas deterioran la vida presente y futura de la mayoría social trabajadora. Por lo tanto también pueden tener la seguridad de que tendrán conflictividad social.

La salida neoliberal a la crisis, y antes el modelo de crecimiento especulativo, que han aplicado con mayor o menor intensidad tanto el PP como el PSOE, ha condenado y condena especialmente a los jóvenes, mujeres e inmigrantes a la exclusión social, y es hora de decir basta. La Reforma Laboral y la Reforma de las Pensiones han sido medidas que han castigado especialmente a estos colectivos de personas. La mercantilización de la educación pública, puesta al servicio de los intereses privados, no cumple su objetivo para la formación y el conocimiento. Se ha generado una Universidad para una minoría privilegiada, a la vez que una fábrica de precariedad y desempleo para la mayoría, degradando a su vez también la formación profesional.

Los jóvenes van a recuperar su capacidad para ser actores de cambio social, combatiendo un País y una Comunidad Autónoma de precariedad, desempleo y privatización de la educación. La movilización tiene sentido y da resultados. Italia, Francia, Grecia o Islandia demuestran que la movilización es necesaria.

Por eso la gente de IU nos vamos a sumar al ciclo de movilizaciones que hagan recuperar la voz de la juventud en la calle. Nosotras y nosotros también estaremos con los jóvenes para reconstruir su futuro. Para entre todas y todos reconstruir el futuro.

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