AGUIRRE SUSPIRA POR EL SINDICALISMO DE LOS “SANTOS INOCENTES”
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Preguntábamos hoy a la Presidenta Esperanza Aguirre, sobre el tan anunciado recorte que pretende hacer en materia de representación de los trabajadores y trabajadoras de la Comunidad de Madrid. Y todo ello bajo el increíble pretexto de reducir gastos en un momento de crisis. Bien es verdad que aunque fuese tal cosa real, ya quedaría retratada cuando las subvenciones de la Comunidad de Madrid a las organizaciones empresariales no forman parte de esa supuesta austeridad, ni tampoco ningún tipo de recorte en número y en salarios de la infinidad de “liberados-asesores” del PP.
Hoy en nuestra intervención, le retaba a Esperanza Aguirre a que dijera exactamente de donde decía que iba a ahorrar mas de 70 millones de euros con dicha medida. El silencio ha sido toda la respuesta. Tampoco podía esperarse otra cosa, ya que sencillamente es mentira dicho ahorro. Es sólo propaganda.
Aguirre sabe perfectamente que los representantes de los trabajadores y trabajadoras de la Administración autonómica, no son sustituidos por otras y otros cuando ejercen sus labores sindicales. De lo que se deduce sin mucho esfuerzo, que la hipótesis de vulnerar la Ley Orgánica de Libertad Sindical, para recortar el número de delegados sindicales, no tendría ningún efecto económico de ahorro en el Presupuesto Regional. Eso solo sería posible si redujese esos famosos 2.000 liberados, y sus puestos de trabajo hubiesen estado ocupados por otros trabajadores y trabajadoras que tendrían que ser despedidos al retornar a su puesto los representantes sindicales. Cosa que desde luego no existe.
La Presidenta sabe que lo que anuncia puede ser Inconstitucional y así ha sido advertida. Lo que pretende imponer supone un vuelco en las relaciones laborales que afecta a toda la estructura de la negociación colectiva, y a debilitar la representación de los trabajadores y trabajadoras, para así campar a sus anchas en su objetivo de hacer de nuestra Región el paraiso del liberalismo económico que marcan los mercados. Un paso más allá, una vez que le abrió las puertas el Gobierno Zapatero con la Reforma Laboral.
Con todo esto Esperanza Aguirre busca cumplir su sueño de lograr unas relaciones laborales como el que Miguel Delibes describía para la finca de “Los Santos Inocentes”. Es decir, un modelo preconstitucional.
Pero lo que no se puede negar, es la maestría que emplean para la propaganda. Eso si, en el sentido Goebbeliano del término. Han divinizado el mercado y lo privado. Están promoviendo el aborrecimiento a lo público, porque según ellos funciona mal, cuando lo cierto es que no invierten lo suficiente para evitar su deterioro. Y el remate final de su propaganda le hacen con los Sindicatos, la herramienta de defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, y de los servicios públicos de calidad, bajo el principio de la simplificación y del enemigo único.
Es decir, simplifican una única idea con un único símbolo, para luego individualizar al adversario en un único enemigo y poder eliminarlo.
Aguirre pretende arrinconar y eliminar a los Sindicatos de clase, CC.OO. y UGT. Eso si, en eso también nos tendrá enfrente con toda contundencia.
